lunes, 21 de septiembre de 2015

Superman, el Superheroe Número Uno, 1ª Parte


El Héroe Solar de nuestra época


Aunque sea un personaje ficticio, Superman representa al gran Héroe Solar de nuestros días, un ser que está más allá de lo humano y cuya misión es proteger y salvaguardar a la Humanidad, manteniendo el equilibrio entre las fuerzas del Bien y las cada vez más poderosas fuerzas del Mal.




Superman nació como un personaje de cómic en una historia titulada “El reinado del Super-Hombre” (“The reign of Super-Man”) publicada en 1933 por Jerry Siegel en colaboración con Joe Shuster.
En él, Superman representaba a un villano, pero pronto fue transformado en un auténtico y poderoso benefactor de la Humanidad, agresivo y falto de buenos modales y de piedad hacia sus enemigos al principio, aunque rápidamente dotado de un código ético de respeto y buenas maneras, que él obedeció al pie de la letra, tanto como para afirmar que si en algún momento dañaba a un solo ser humano, renunciaría a su rol de superheroe.





Para recrear el personaje se basaron en la vida y hazañas del Héroe Solar mitológico Heracles, y del también Héroe, aunque menos mítico y más histórico Sansón, así como en explorador espacial Flash Gordon.
Superman, al igual que muchos de sus compañeros Superheroes, nace en los albores de la Gran Crisis de 1929, un momento de profunda incertidumbre y desaliento colectivo, con muchos paralelismos con la presente crisis mundial, algo que explicar el auge y devoción hacia los Superheroes en la actualidad.
Puedes saber más sobre este tema tan interesante leyendo estos artículos:

Los Héroes llamados Solares, son seres conscientes de su Llamada Heroica desde que llegan al mundo; las circunstancias de su vida son siempre extraordinarias, tanto en lo bueno como en lo malo, pues sus Aliados y Adversarios están a la altura del desafío que están llamados a enfrentar.




Ellos han de dar nacimiento a un nuevo paradigma o civilización, defendiéndolos de los ataques de las fuerzas, que bajo múltiples formas y máscaras, persiguen implacablemente el propósito de mantener a la Humanidad en la cárcel de la ignorancia, del miedo y del odio, es decir, de la Inconsciencia con mayúsculas, y en no pocas ocasiones, rescatarla de su propia decadencia.
Así, Superman es en sus comienzos el defensor del “American Way of Life”, para convertirse en su madurez, una vez ha renunciado a su nacionalidad estadounidense, en el principal guardián y protector de la Humanidad.




Hay dos artículos que puedes consultar para saber más de este tema tan apasionante, sobre el cual se han escrito y representado tantas historias inolvidables y trascendentales:

Existen una serie de paralelismos, dentro del universo del Arquetipo del Héroe Solar, tanto entre los auténticos personajes históricos como en los de ficción, como por ejemplo Superman. Veámoslos:
Kal-El, que es apenas un recién nacido, es acomodado por sus padres, Jor-El y Lara Lor-Van, en una cápsula espacial rumbo a la Tierra, para escapar así de la inevitable destrucción de Kripton, su planeta natal.




Siguiendo esta analogía vemos que Moisés fue depositado en una cesta y navegando sobre el Nilo escapó de una muerte segura; Rómulo y Remo, fundadores de la futura Roma, son abandonados en la colina del Capitolio en una acción encaminada a garantizar su supervivencia, pues una loba estaría encargada de alimentarles y protegerles.
El mismo Jesucristo hubo de escapar también a la maldad del rey Herodes, decidido a matar a todos los niños recién nacidos en sus dominios...
Podemos afirmar entonces que Superman, como el resto de los Héroes Solares nace y vive peligrosamente.
Al igual que Jesucristo fue criado en el seno de una familia formada por un humilde carpintero y su esposa, Rómulo y Remo amamantados por una loba, y Moisés recogido por gentes sencillas, aunque más tarde educado entre la élite de Egipto, del mismo modo Kal-El es rescatado de su cápsula por John y Martha Kent, dos granjeros del medio oeste de Estados Unidos, quienes le adoptan como su propio hijo, con el nombre de Clark Kent.




Es una característica los Héroes Solares el vivir una vida en el exilio, pues son alejados de su lugar de nacimiento, de su verdadero hogar, y lejos de su origen han de cumplir con su misión.
Ellos quedan relacionados con los pastores que según el Antiguo Testamento vinieron a ofrendar y cuidar al niño Jesús, entregado, según el dogma cristiano por el Dios Padre, para salvar a la Humanidad, al igual que Jor-El entrega a su hijo Kal-El , quien una vez convertido en Superman habrá de salvar a la misma Humanidad -y no solamente a los habitantes de los Estados Unidos, de su propia perdición. ¡He aquí un nuevo paralelismo!




Pero antes de llegar a convertirse en quien realmente es, Superman ha de descubrir su verdadera naturaleza de Superheroe, haciéndose consciente de sus superpoderes, y de la responsabilidad que ello le supone.
Estos superpoderes consisten en la capacidad de volar, una fuerza capaz de levantar un transatlántico, de soportar sobre sí mismo el paso de una locomotora, de parar una bala solo con su piel, unos ojos dotados de rayos-x y capaces de soldar el acero con su mirada ígnea, de vivir fuera de la atmósfera terrestre, etc; en definitiva, ¡un verdadero Superheroe!
Solamente es vulnerable a la kriptonita, roca radiactiva procedente del subsuelo de su antiguo planeta, Kripton; el mismo material que puede destruirle a él, estuvo involucrado en la destrucción de su planeta de origen.




Siguiendo el guión invariable del Arquetipo, Superman comienza a descubrirse a sí mismo, desde la ingenuidad de un niño, en el paso crítico de la infancia a la adolescencia del héroe, cuando salva a Jonathan, su padre en la Tierra, de morir aplastado por una camioneta.




Muy bien; hemos llegado al final de la 1ª parte de este trabajo. ¡La semana que viene descubriremos juntos el final de esta apasionante historia!

Manuel Marques Robles

Coach para el Camino del Héroe


2 comentarios:

  1. Estupendo, Super Man siempre ha sido de mis favoritos!
    Martin Orozco

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  2. Es una historia muy interesante , y de la cual hay mucho que aprender , gracias Manuel , por tu exelente trabajo

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