sábado, 20 de febrero de 2016

Sombras en Pareja, 2ª Parte


Amando desde la autenticidad o desde el miedo y la culpa


La Sabiduría Atemporal nos enseña que el espíritu humano no tiene sexo, el cuerpo en el cual encarna para vivir su experiencia de vida sí; sin embargo, hay en la psique de todo ser humano una semilla para cultivar la Individuación, es decir, para hacer de todos nosotros auténticos Individuos, o sea, seres completos, armonizados, sin ninguna división interna.




Esta semilla de Individuación se compone de los dos arquetipos o aspectos basados en el género: El Ánimus, o arquetipo de lo Masculino, y el Ánima, o arquetipo de lo Femenino.
El símbolo del Ying-Yang representa a la perfección este fenómeno: Toda mujer alberga en sí misma, en su psique, un aspecto o semilla de lo masculino; y a su vez, todo hombre lleva en sí mismo un elemento psicológico femenino. Así pues, aunque experimentemos la vida desde nuestra polaridad femenina o masculina, parece ser que nuestro rumbo evolutivo nos lleva a una integración y armonización de estos dos aspectos. Interesante, ¿no te parece?




Y ahora viene lo más interesante... Más allá del aspecto puramente biológico, de perpetuación de la especie, o del placer o diversión que proporciona una relación de pareja, todos buscamos descubrir a esa otra parte de nosotros, a esa polaridad contraria, misteriosa, desafiante -en el buen sentido- e inevitablemente atrayente; y parece ser que la relación de pareja es el vehículo ideal para ello, aunque a la hora de la verdad no sea así...




Aquí entramos en el fenómeno de la proyección, parte fundamental del juego de autoengaños que practicamos con nosotros mismos; y me refiero concretamente a la proyección de nuestra polaridad contraria, es decir, de la parte femenina en los hombres, y la masculina en las mujeres, en ese maravilloso espejo que representa nuestra pareja, en la cual vemos reflejado esa parte que desconocemos -o nos negamos a reconocer- en nosotros mismos.




En pocas palabras, en la fase de enamoramiento, realmente no nos sentimos apasionadamente atraídos por la otra persona, a la cual, si hemos de ser sinceros apenas conocemos, sino por la proyección de nuestro Ánima o Ánimus en ella. ¡Sorpresa! ¿Será por esto que dicen que el Amor es ciego?




A este hecho se le unen además, los asuntos no resueltos en nuestro árbol genealógico, es decir, nuestro Inconsciente Familiar; sus demandas y obsesiones secretas, las carencias emocionales que hemos heredado de él -de las cuales la mayoría de las veces no somos conscientes- y un sinfín de motivos desconocidos que actúan como poderosas palancas a la hora de dirigirnos a la búsqueda de una pareja que nos... ¿complemente?




A la hora de la verdad, somos como pequeños barcos navegando en el profundo y oscuro mar de lo inconsciente, en busca, como el viajero Ulises, de nuestra Ítaca, o sea, de nuestra complementariedad; una complementariedad que solo hallaremos en nosotros, pero que somos incapaces, dado nuestro bajo nivel de Consciencia, de ver en nuestro propio interior.




¿Quiere todo esto decir que el Amor en Pareja es una quimera, un anhelo engañoso, una ilusión fallida? ¡En absoluto! Siempre y cuando, busquemos en la pareja, sea del otro sexo o del mismo que el nuestro, convivir y compartir desde la abundancia de Amor, y no desde la escasez. A este respecto, deseo compartir contigo una cita, muy oportuna y acertada, de Jorge Lomar, fundador de la Escuela del Perdón:

"No existen parejas felices, sino personas felices que hacen pareja.”




La clave es conocerse a uno mismo, ¡atreverse a entrar en la Cueva Profunda de nuestro inconsciente, para reconocer ya abrazar a nuestra Sombra! A partir de ahí podemos, efectivamente, amarnos a nosotros mismos, tal y como somos, con nuestras virtudes y debilidades, con lo bonito y lo que no es agradable, reconquistando nuestra felicidad natural desde el interior; y entonces encontrar a alguien que también viva desde la felicidad, para compartirla entre nosotros y a nuestro alrededor.




Y de cómo conseguirlo y hacerlo realidad, trataremos en la 3ª y última parte de este trabajo. Hasta entonces te invito a reflexionar sobre lo que acabas de leer, y si deseas leer o repasar la primera parte del artículo, aquí tienes el link:

¡Disfrútalo! Y si te ha gusta, por favor, compártelo.


Manuel Marques

Mentor y Coach para el Camino del Héroe

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