La
Travesía del Desierto
Sin embargo, la parte
más dura del Camino del Héroe se presenta cuando éste ha llegado
en su Aventura hasta el mismo centro del Mundo Extraordinario; se
trata de la larga, extenuante y desmoralizante travesía por la
soledad del propio Mundo Interior, cuando todos los esfuerzos parecen
inútiles, las dificultades interminables y los desafíos imposibles
de superar...
Esta parte del Viaje
Heroico recibe diferentes nombres según quien la describa, pues
aunque el Camino, como Arquetipo Vivencial, es uno, cada experiencia
individual es también única y por supuesto diferente.
Para muchos es la
Travesía del Desierto, pues el Desierto simboliza la terrible
e inacabable soledad del encuentro con uno mismo en las pruebas más
difíciles del Camino.
Para otros es el caer
en el Vientre de la Ballena, símbolo del encuentro con
nuestras emociones más profundas e inquietantes, como le sucedió al
Héroe bíblico Jonás.
Para el místico
español San Juan de la Cruz era La Noche Oscura del Alma; el navegar
angustiante por la interminable noche de lo desconocido de nosotros
mismos, en compañía de nuestras mayores tristezas y nuestros miedos
más aterradores.
Para Jesucristo fueron
los 40 días en el desierto, durante los cuales fue tentado por
Satanás; y para Sidharta Gautama, el Buda, fue la noche bajo el
Árbol Bodhi, impasible ante el feroz ataque de las huestes de
demonios de Mara, el Dios del Mal.
Y para todo Héroe o
Heroína en general es la Bajada a la Cueva Profunda, donde se
enfrentará a la Prueba Suprema.
Aquí te comparto los
links a dos artículos donde puedes leer más y profundizar sobre
este tema:
¡Ahí está la prueba
más difícil! Superar el desaliento ante lo aparentemente
insuperable, por mayúsculo e interminable. En este trance mueren
todos los Héroes, para renacer como supremos vencedores de su
Oscuridad y todas sus debilidades.
En este momento es
cuando realmente tenemos la gran oportunidad de conocernos a
nosotros mismos, pues como me gusta explicar, hasta que la vida y las
circunstancias no te llevan más allá de lo que consideras que son
tus límites, no verás aparecer lo peor y al mismo tiempo lo mejor
de ti mismo, y es en ese momento y no antes, cuando realmente sabes
quién eres y qué eres capaz de lograr.
Ahí conquistamos
nuestro Individualidad y tomamos nuestro legítimo Poder, y este es
el acto más heroico que podemos realizar en nuestra vida, pues así
construimos la Grandeza de nuestra Alma Inmortal.
Y nadie ha retratado
esta experiencia tan desafiante, que forja el temple de nuestra Alma,
como el filósofo estoico y emperador romano Marco Aurelio, quien lo
vivió en su propia vida, y lo compartió para la posteridad con
estas palabras:
"La verdadera grandeza espiritual del hombre se muestra en las pruebas, en el peligro, en la desgracia. No desconfiar en medio de la desgracia, plantarse con la frente erguida de cara al mal, no abandonarse al desaliento, es virtud tan sólo del roble, de la roca y del alma grande.”
¿Estás preparado para
atravesar tu propio Desierto Interior? Si es así, ¡adelante y con
decisión y entusiasmo! Porque lo que a lo largo de la Travesía
aprenderás sobre ti mismo y la vida, en ninguna otra experiencia lo
tendrás, y para siempre te será útil.
Para inspirarte y bien
enseñarte ante este desafío, te comparto un inmortal poema, que
habla de una larga y afortunada travesía:
Si
no has leído la 1ª Parte de este trabajo, aquí tienes el link para
poder hacerlo:
¡Nos vemos en el
Camino!
Muchas gracias por tu trabajo.
ResponderEliminarChaltu May.