Muriendo
a lo que hemos sido para renacer a lo que realmente somos
Desde
tiempos inmemoriales el ser humano, tanto
a nivel individual como colectivo (instituciones y
organizaciones, pueblos y civilizaciones), ha vivido la experiencia
de volverse hacia su mundo interior para descender a su propio
infierno, es decir, a lo más profundo de su Inconsciente;
descender al Inframundo, al Hades, al Infierno, a la Cueva
Profunda, penetrar en el Laberinto, o caminar por la Noche Oscura del
Alma, son algunas de las expresiones más conocidas para nombrar
a esta vivencia tan humana.
Esta
experiencia se presenta dentro de un marco de crisis, de ruptura y
destrucción de lo viejo, de lo obsoleto, de lo inútil y/o
limitante, para dar paso a un paréntesis de vacío, de falta de
forma o estructura, de ausencia de un rumbo claro, y finalmente dar
lugar a un nuevo paradigma o enfoque y modo de vivir nuestra
vida.
Este
fenómeno es sobradamente conocido por la Sabiduría Atemporal, pues
es parte indispensable dentro de la experiencia humana como
camino de autosuperación, tanto individual como colectivamente.
Recibe
el nombre de Catábasis, dado por los antiguos griegos, y
todos los héroes que en el mundo han sido, son y serán, están
llamados a vivirlo como el Paso más importante y trascendental de su
Camino.
Joseph
Campbell, investigador, profesor y escritor estadounidense, fallecido
en 1987, publicó dos libros y numerosos trabajos sobre el Arquetipo
del Camino o Viaje del Héroe, retrató esta vivencia con las
siguientes palabras:
“Bajando al abismo es como recuperamos los tesoros de la vida. Cuando tropiezas, ahí está tu tesoro.La misma cueva en la que temes entrar resulta ser la fuente de lo que estas buscando. La cosa maldita que tanto temías se ha vuelto el centro.”
Según mi experiencia,
solamente en nuestra propia Cueva Profunda podremos hallar el
tesoro de nuestra perdida autenticidad, custodiada por precisamente
por la Sombra -a la cual hace referencia Campbell al referirse
a “la cosa maldita”- para recuperarla y regresar con ella
y dar un nuevo rumbo a nuestra vida.
Por ello me refiero a
vivir la experiencia del Camino del Héroe con la siguiente metáfora:
“Recorrer el Camino del Héroe hasta el final es como bajar a
una oscura mina de carbón y salir a la superficie por el otro lado,
con las manos llenas de diamantes.”
La
Catábasis es equivalente por sus efectos a la Muerte Iniciática,
tema que trataremos en el Capítulo 10 del Módulo 1 de este Curso de
La Senda del Héroe. La palabra “Crisis” comparte raíz
con el vocablo sánscrito “Cri”, el cual es compartido por
las siguientes palabras de uso común: “Cribar” (separar
lo válido de lo inútil), “Crisol” (recipiente para
separar en el horno de fundición metal para trabajar de la escoria
inservible), “escribir”, es decir, conservar para la
posteridad aquello que es útil y necesario, y “Crisálida”,
que es el capullo donde muere el gusano para dar nacimiento a la
mariposa.
Nada
es casualidad, todo está sincronizado, y la etimología nos lo está
demostrando con este ejemplo; Siguiendo este mismo razonamiento, la
experiencia de la crisis es una sana y periódica necesidad
en un mundo regido por el cambio permanente, en un camino de
autodescubrimiento, superación continua de límites y anhelo de
reunirse de nuevo con la Divinidad.
¿Quieres
saber más sobre esta experiencia tan desafiante? ¡Lee sobre ello en
estos dos artículos!:
A
la Catábasis sigue la experiencia profundamente vital y
renovadora de la Catarsis, para dar lugar a la
Anábasis o salida del Infierno
en el cual hemos experimentado la muerte de nuestra forma de ser y
hacer, de nuestro Ego
o Personaje, para
regresar al mundo profano de donde partimos, el cual será testigo
del profundo cambio de nuestra personalidad, y -también -si está
preparado y abierto al cambio- beneficiario
de la obra que llevaremos
a cabo desde la generosidad que caracteriza a todo verdadero héroe,
como parte del último Paso de su Camino: Regresar
al Mundo Ordinario y compartir el Don.
Haz click en este enlace y descubre
como esta vivencia puede cambiar tu vida:
Divinidades
como Innana en Sumeria, Marduk en Babilonia, Osiris en Egipto,
Megistos Kouros en Creta, o Perséfone en Grecia, ejemplifican a la
perfección el ciclo de Catábasis y Anábasis como representación
de la muerte y renacimiento
de la naturaleza dentro del calendario de unas civilizaciones que
vivían en una conexión mucho más consciente y beneficiosa con el
Universo.
Joseph Campbell lo expresó con toda
claridad con estas palabras:
“Si nos aferramos a la forma actual, no tendremos una próxima forma; la destrucción precede a la creación, todo proceso implica romper algo, la tierra debe romperse para producir vida.”
Heracles
o Hércules, héroe mitológico por excelencia, el Caballero
de la Triste Figura, más
conocido como Don Quijote de la Mancha, o Alicia, quien viaja al País
de las Maravillas son algunos de los protagonistas del ciclo de
Catábasis y Anábasis, que todos estamos llamados a vivir en nuestra
vida para renacer a la
mejor versión de
nosotros mismos.
Manuel
Marques Robles
Coach para el Camino del Héroe