Cómo convertirnos
en verdaderos Individuos
Hemos llegado a la tercera parte de este trabajo sobre el proceso de integración de nuestra Sombra, donde concluiremos felizmente esta desafiante y crucial aventura para recuperar nuestro Poder y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, ¡sé bienvenido!
El Héroe recorre un
Camino, y su fin último es trascender todos sus autoengaños y
limitaciones para convertirse en un Individuo, pero... ¿Qué
es realmente un Individuo?
Desde la visión de la
psicología, un Individuo es, tal y como enseñaba Carl Gustav Jung:
“Un Todo Indivisible, armónico y diferenciado del
resto.”
Para él representaba
el arquetipo que culmina la experiencia del Ser Humano, o sea, el
Sí-Mismo o Self; es la expresión, sin sombras, de
todo lo que somos en realidad, la expresión psicológica del Ser
que Somos, auténtico, libre de todo resto de condicionamiento
limitante o que desvirtúe su esencia y libre expresión, en perfecto
y permanente equilibrio interior, y proyectando este mismo equilibrio
en el exterior.
En definitiva, ser los
Héroes y Heroínas de nuestra propia vida, pues como escribió el
profesor y escritor español José Ortega y Gasset:
"Ser héroe consiste en ser uno, uno mismo. Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante, nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos.Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo. Y este querer él ser él mismo es la heroicidad.”
Para conseguir este
objetivo aún hemos de dar tres pasos muy importantes: El primero de
ellos, que es el tercero de todo el proceso, es convertirnos en
dignos adversarios para nuestro propia Adversario Interior.
¿Cómo podemos llegar
a serlo? Aprovechando, tal y como explicaba en el último artículo,
la fuerza de sus ataques en nuestro propio provecho, viendo lo mejor
y más positivo de cada situación en la que nos encontremos.
¿Por qué? Porque no
es la situación en sí misma la que nos derrota, sino nuestra propia
reacción ante ella... ¡Son nuestros pensamientos y las emociones
resultantes quienes nos hacen perder la batalla!
Por tanto, cuando
reaccionamos ante cada situación aparentemente negativa provocada
por nuestro Adversario Interior con pensamientos, sentimientos
y emociones positivas, estamos utilizando la energía psicológica de
estos ataques en nuestro favor, arrebatándoles su poder destructor y
reforzando nuestra propia determinación de vencer en esta guerra
interior.
Cuando dejamos de ser
títeres en manos de nuestra Sombra, abrimos la puertas a la
oportunidad de hacer las paces con Ella, porque nos hemos ganado
su respeto; y a su vez, nuestra Sombra tiene la mejor oportunidad
posible para ser reconocida por nosotros como una igual, legítima e
inseparable parte de la Totalidad que representa nuestro Ser.
¿Cómo podemos llegar
a serlo? Aprovechando, tal y como explicaba en el último artículo,
la fuerza de sus ataques en nuestro propio provecho, viendo lo mejor
y más positivo de cada situación en la que nos encontremos.
¿Por qué? Porque no
es la situación en sí misma la que nos derrota, sino nuestra propia
reacción ante ella... ¡Son nuestros pensamientos y las emociones
resultantes quienes nos hacen perder la batalla!
Por tanto, cuando
reaccionamos ante cada situación aparentemente negativa provocada
por nuestro Adversario Interior con pensamientos, sentimientos
y emociones positivas, estamos utilizando la energía psicológica de
estos ataques en nuestro favor, arrebatándoles su poder destructor y
reforzando nuestra propia determinación de vencer en esta guerra
interior.
Cuando dejamos de ser
títeres en manos de nuestra Sombra, abrimos la puertas a la
oportunidad de hacer las paces con Ella, porque nos hemos ganado
su respeto; y a su vez, nuestra Sombra tiene la mejor oportunidad
posible para ser reconocida por nosotros como una igual, legítima e
inseparable parte de la Totalidad que representa nuestro Ser.
Toda persona que ha
triunfado en la vida y logrado la felicidad, independiente de cómo
cada uno de nosotros concibamos el éxito y la felicidad, lo ha
conseguido poniendo a su propia Sombra de su lado, como su más fiel
y poderosa aliada.
Y del mismo modo, quien
ha alcanzado el éxito durante un tiempo, pero ha sido incapaz de
integrar su propia Sombra, ve como ésta acaba por arrebatarle todos
sus triunfos y aún su misma vida... Como pudo sucederle, por ejemplo,
al querido y afamado actor Robin Williams.
Él se especializó en
protagonizar películas en las cuales interpretaba a personajes que
sonreían ante las dificultades, inspirándonos a superarnos y a dar
lo mejor de nosotros mismos ante los desafíos más difíciles;
siempre recordaremos con cariño y admiración al profesor John
Keating, al doctor Patch Adams, y al psicólogo Sean Mc Guire.
Sin embargo, en su vida
real, el dolor y la tristeza -la Herida Profunda- de Robin
Williams, que él que él no supo cómo
integrar en su ser, posiblemente estuvieron relacionados con el trágico final
de su vida.
Nuestra Herida Profunda
está íntimamente relacionada con nuestro Don, y lo podemos ver en
la vida de Williams, pues él supo animar y hacer reír siendo una
persona profundamente depresiva; pero la Herida -parte de nuestra
Sombra- ha de ser integrada, o por el contrario desintegrará nuestro
Ser.
Cuando la Sombra no
logra ser reconocida como parte legítima de nuestro Ser, toma la
determinación de destruir a aquel que le niega cumplir con su deseo,
¡tal es su poder!
Aprendamos pues la
lección que Robin Williams y tantos otros como él nos ha enseñado,
para que su experiencia no haya sido inútil.
¡Y al fin llegamos al
Quinto Paso! Integrar completa y definitivamente nuestra Sombra...
Nos hemos convertido en auténticos Individuos.
El verdadero Individuo
es Uno con su Sombra, porque la ha iluminado haciéndose
consciente de Ella, hasta el punto de hacerla desaparecer como tal,
pues la ha integrado completamente en su vida consciente.
Lo que comenzó como un
nefasto y desafortunado desencuentro al principio de nuestra vida, y
siguió como un disputado y difícil combate de Aikido, ha concluido
como un feliz baile entre enamorados.
Su Ego es ahora su más
leal servidor, pues se ha convertido en un fiel reflejo del Ser que
se alza poderoso tras la máscara, la cual al fin ha dejado de ser
una imagen pequeña, falsa y grotesca del Ser espiritual que gobierna
la personalidad.
Hemos culminado nuestro
Proceso de Individuación, experiencia que Jung explicaba con las
siguientes palabras:
"Individuación significa llegar a ser un Individuo y, en cuanto por Individualidad entendemos nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a Ser Uno Mismo. Por ello se podría traducir Individuación también por Autorrealización.”
Y también hemos
llegado casi al final de nuestro Camino del Héroe, pues solo nos
resta regresar al mundo que dejamos atrás al comenzar la aventura,
para compartir con él nuestro Don más preciado, el mismo que
nuestra Sombra ha estado custodiando hasta el día de hoy.
Porque recorrer el
Camino del Héroe hasta el final es bajar a una oscura mina de carbón
y salir por el otro lado con las manos repletas de diamantes.
Muy bien, ¡esto ha
sido todo! Te invito a vivirlo en tu propia vida, pues lo que se
aprende pero no se aplica no tiene ninguna utilidad.
Si deseas leer los
anteriores artículos, aquí tienes los links:
Manuel Marques
Robles
Coach para el Camino
del Héroe