Nuestra gran Adversaria y Maestra
Pero, ¿qué sucede si
nos negamos a enfrentarnos a nuestra Sombra y huimos de ella?
La Sombra, como
parte indivisible que es de nuestro ser, persigue incansablemente un
único fin: Que la reconozcamos y aceptemos en nuestra vida como una
parte legítima de nosotros; y si no lo consigue por las buenas, lo
hará por las malas...
Siguiendo con las
enseñanzas de Carl Jung, aquí he seleccionado una especialmente
apropiada:
"Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta, cuanto menos encarnada -presente- se halle en nuestra vida consciente.Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestra mejores intenciones.”
Hay un ejemplo de la
vida real que expone de manera explícita y dramática las
consecuencias que conlleva la renuncia a enfrentar la propia Sombra:
¿Has oído hablar de Oscar Pistorius?
Se trata de un atleta
paralímpico sudafricano, quien se hizo famoso en todo el mundo por
sus victorias en las competiciones de atletismo en las distancias de
100, 200 y 400 metros, además de por haber conseguido varios records
mundiales, todo ello corriendo sobre dos prótesis en forma de
ballesta construidas en fibra de carbono, pues le habían amputado
las dos piernas por debajo de las rodillas cuando tenía diez años
de edad.
No contento con esto,
aspiraba a representar a su país en los Juegos Olímpicos, corriendo
contra atletas sin ninguna limitación, de tú a tú, además de
disfrutar de un estilo de vida dinámico, en el cual alternaba sus
entrenamientos con aventuras extremas y pilotaje de motos de gran
cilindrada especialmente adaptadas a sus peculiares características
físicas.
También tenía una
relación de pareja con una bella modelo de su país, y es que Oscar
Pistorius jamás quiso que una minusvalía física le condenase a
vivir una existencia con limitaciones.
Todo era maravilloso en
su vida, pero un día... Su Sombra hizo acto de presencia, en forma
de un homicidio, concretamente el de su bella novia Reeva Steenkamp,
perpetrado según las pruebas aportadas en el juicio, por él mismo.
¿Qué pudo suceder
para que algo así ocurriera, arruinando una vida de triunfos contra
todos los pronósticos?
Hemos de pensar en
Oscar Pistorius como en un hombre con una enorme determinación,
dotado de una gran fe en si mismo y de una voluntad inflexible. Solo
así pudo haber triunfado contra su minusvalía física, las burlas
de sus compañeros de colegio, las múltiples trabas de la sociedad,
y por último, las altísimas exigencias de la alta competición
deportiva.
Pero esas destacadas
cualidades van acompañadas de su contraparte negativa, y cuando la
persona se niega a trabajar con éstas, es decir, a hacerse
consciente de ellas, trabajando para transmutarlas, éstas se harán
presentes en la vida consciente de la manera más llamativa y
destructiva posible.
Pues como nos enseña
la Sabiduría Atemporal: “La Luz más potente proyecta la Sombra
más oscura.”
Afortunadamente, la
Sombra no se manifiesta solamente en conductas tan destructivas como
son los asesinatos, sino sobretodo y principalmente, en aquellos
rasgos y conductas de otras personas que nos son especialmente
irritantes, porque lo que no podemos aceptar en nosotros se
manifiesta ante nuestros ojos como aquello que consideramos
inaceptable en los demás.
Esto es conocido en
Psicología como Mecanismo de Proyección:
¡Y es también una
maravillosa oportunidad para descubrirnos a nosotros mismos! Solo
hemos de escuchar a nuestra emociones, porque ellas son la clave para
ponernos en alerta:
Aquello que despierta
nuestras emociones nos está reclamando nuestro reconocimiento y
aceptación, pues de otro modo, simplemente lo veríamos con desapego
emocional, con ataraxia, sin que nos conmoviera en modo alguno.
Siddharta Gautama, el
Buda, dijo en cierta ocasión:
"Si camino junto a dos hombres, uno de ellos virtuoso y el otro malvado, imitaré al primero en todo lo que me sea posible, mientras que observaré los defectos que vea en el segundo para corregirlos en mí mismo.”
¡Efectivamente! Dado
que no existe la Luz sin la Oscuridad y viceversa, aquello que nos
emociona en positivo también nos brinda una valiosa pista sobre los
contenidos igualmente positivos de nuestra Sombra que no reconocemos.
Todo aquello que
admiramos en los demás, está presente también en nosotros, aunque
sea en estado latente, esperando a ser despertado.
¡Muy bien! Deseo,
querido lector o lectora, que con la lectura de este artículo hayas
comenzado a tomar contacto con la Sombra que todos tenemos, y también
a reconocerla en ti, en sus manifestaciones en tu propia vida, y por
supuesto en ese maravillosamente útil espejo que son las demás
personas, que tanto nos puede ayudar, si estamos abiertos y somos
coherentes con nosotros mismos, en nuestro camino de evolución.
Más adelante, en un
nuevo artículo, compartiré contigo algunas claves prácticas para
trabajar con la Sombra, tanto la tuya como la de otros, cuando en
este último caso esté influyendo en tu vida.
Hasta entonces, ¡Feliz
Travesía, Timonel de tu Vida!
Si no has podido leer
el artículo completo, aquí tienes los links de la 1ª y 2ª Partes:
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
Muy buena informacion, muy claro y practico, muchas gracias!
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