Los Adversarios más
mortíferos en el Camino del Héroe
Sé
bienvenido a esta segunda parte del trabajo sobre el Miedo y la
Culpa, nuestros mayores adversarios en el camino hacia nuestra
felicidad.
Ellos
representan a los jueces y verdugos que nos convierten en víctimas
de nosotros mismos, de la circunstancias, de la vida... Sin
embargo, nosotros somos por libre elección los Héroes y Heroínas
de nuestra propia vida, decididos por tanto, a liberarnos de tan
nefasta e injusta condena a la infelicidad.
Todos
los Héroes y Heroínas que en el mundo son y han sido, luchan contra
esta horda de miedos inventados por nuestra mente, un elemento
prodigioso, maravilloso, pero profundamente manipulado, y que al no
saber utilizar se ha vuelto en nuestra contra.
Y
para triunfar sobre ellos es necesario que recuperemos nuestro
legítimo Poder, un Poder con mayúsculas que nace y se manifiesta
desde nuestro interior; dicho en pocas palabras, hemos de
empoderarnos, tal y como explico en estos artículos:
El Miedo se manifiesta
como inseguridad, resistencia a correr hasta el más mínimo
riesgo, y una obsesión por permanecer a toda costa en los
estrechos límites de nuestra Zona de Seguridad y Confort, lejos
de cualquier posibilidad de hacer magia en nuestra experiencia vital,
o sea, de hacer posible lo aparentemente imposible.
La Culpa es aún más
limitante y destructiva, y se traduce como un profundo -y muchas
veces inconsciente- sentimiento de no merecimiento...
Y este sentimiento se
manifiesta como autocastigo, autosabotaje, y una
voluntad, tan fuerte como nefasta, de renunciar a cualquier
oportunidad de avanzar y mejorar en nuestra vida.
Cuando nos sentimos
culpables nuestro horizonte de vida se torna gris y desolado,
profundamente inquietante; y en los casos más extremos la
autodestrucción parece el único camino a seguir.
O al menos eso
pensamos, equivocadamente, pues el errar es humano, y el aprender de
ello nos hace evolucionar; por tanto, la culpa es amiga y aliada de
la muerte en vida, del vivir sin vivir... Y la Responsabilidad lo es
del aprendizaje y de la vida consciente, plena y de éxito.
Hemos de saber que
detrás del Miedo y de la Culpa se halla el Dolor; un Dolor que puede
ser propio, heredado de la familia, o aprendido -o impuesto- por el
entorno y por el paradigma dominante.
Este dolor puede
convertirse, y de hecho así -en mayor o en menor medida- en la
inmensa mayoría de los seres humanos, es un verdadero tirano del
vivir cotidiano, un ser inmundo, parásito de la psique de la
persona, a la cual tortura haciéndole repetir una y otra vez las
situaciones que más le angustian o le frustran, para
alimentarse de sus reacciones emocionales.
Es el Cuerpo Dolor,
descrito con tanto acierto y detalle por Eckhart Tolle en sus
trabajos.
En la Sabiduría
Atemporal se le representa como el Dragón que secuestra a la Dama, y
al cual mata el Caballero San Jorge. ¡Y todos estamos llamados a ser
como San Jorge, emulando su hazaña para matar al funesto Dragón que
tiraniza nuestras vidas!
El Dragón,
representación de los pensamientos, sentimientos y emociones de
más baja vibración de nuestra psique, actúa por voluntad
propia, y para su único y exclusivo beneficio, haciendo de la vida
de la persona donde existe una terrible experiencia.
La Dama simboliza la
psique, o sea y principalmente, nuestros
sentimientos, prisioneros en un estado psicológico de miedo y/o de
culpa.
El caballo es el
Instinto, puesto al servicio de la Voluntad del Ser,
representado precisamente por el Caballero San Jorge, quien
mata al Dragón maldito clavándole -y por una razón específica- la
lanza en las fauces, es decir, en la boca, ¿y por qué?
Porque por la boca
hablamos, y el habla es el lenguaje, creador de nuestra realidad,
pues cada palabra que pronunciamos dentro o fuera de nosotros, lleva
consigo una carga emocional, positiva o negativa, que es precisamente
la que arregla los acontecimientos para hacer que todo suceda
en nuestra vida.
Y es sabido que quien
siente miedo o culpabilidad no deja de repetírselo continuamente,
hasta hacer de ello el discurso dominante de su vida, y el único
decreto a cumplir.
Disponte pues, ¡oh
Héroe o Heroína de tu propia vida!, ahora que conoces al feroz
Dragón del Miedo y la Culpa, a darle la muerte que se merece, pues
como bien nos legó como enseñanza Joseph Campbell, divulgador del
Arquetipo del Camino del Héroe:
“Al atesorar, al
que en nosotros quiere quedarse, aferrarse, debemos matarlo.”
Manuel
Marques
Coach para el Camino
del Héroe
Si deseas leer la
primera parte de este trabajo, aquí tienes el link:
Gracias Manuel por compartir tu sabiduria con nosotros.
ResponderEliminar