La
Muerte como Maestra de Vida
Recientemente
hemos celebrado el Día de Muertos, una festividad muy importante en
muchos países del mundo.
Esta
es una celebración muy antigua, pues hace más de 2.000 años los
antiguos celtas, quienes habitaban buena parte de los territorios de
las actuales España, Francia y Reino Unido, observaban este día,
llamado de “Samhaim” o “Sawen,” en el cual los
muertos y los vivos podían volver a entrar en comunión. Este
acontecimiento sagrado marcaba el principio del año en el calendario
celta.
En
México pervive con fuerza el culto a la “Santa Muerte”
como herencia mexica-cristiana, un sincretismo basado en un antiguo
ritual prehispánico.
En
los países anglosajones, la fiesta de “Halloween” es
seguida por niños y adultos desde hace siglos; festividad por otra
parte, basada en la celebración celta del Samhain o Sawen
precristianos.
La
Muerte es la otra cara de la Vida Una... Vida y Muerte, Muerte y
Vida son dos en una, interdependientes y cómplices de nuestro
destino, y no pueden existir la una sin la otra.
Todos
nos hemos preguntado al menos una vez si hay vida después de la
muerte... Pero la pregunta más importante es:
Demasiadas
personas viven sus propias vidas huyendo de La Muerte, y aún
huyendo de la misma Vida, es decir, de la oportunidad de vivir la
vida en plenitud, con toda su felicidad y todo su dolor, sin darle la
espalda a nada, asumiendo todas las vicisitudes y experiencias como
una copa de licor fuerte, dulce y amargo a la vez.
Las
antiguas culturas, y todavía hoy en día los pueblos que aún
conservan sus viejas tradiciones sagradas, testigos de un tiempo en
el cual la Humanidad vivió en armonía con la Madre Naturaleza,
respetaron a La Muerte como un elemento más de la Vida Una,
venerándola como a una sabia Maestra para la Vida, cuyos consejos y
advertencias siempre fueron acertados.
En
la Mitología Griega encontramos a La Muerte en la figura de
la diosa Tánatos, quien con su dulce toque reclamaba las
Almas de los hombres y mujeres, para quienes el tiempo de vida y
experiencia había concluido, comenzando el siempre necesario periodo
de descanso en el oscuro Inframundo, conocido como el Hades.
Así
también morimos cada uno de nosotros al llegar la noche y
abandonarnos a un sueño tranquilo y reparador, y por ello el hermano
de Tánatos se llamaba Hypnos, que en griego significa
“Sueño.”
Los
avances de la ciencia médica, y su creciente sensibilización hacia
el sufrimiento de los enfermos, han fructificado en el nacimiento de
una rama especializada de la medicina, para acompañar en sus últimos
momentos de vida a aquellos que saben que van a morir en un plazo de
tiempo corto y conocido: La Tanatología.
De
a Sabiduría Atemporal, los descubrimientos de la Tanatología, y mi
propia experiencia personal, he aprendido lecciones muy valiosas
sobre La Muerte como Maestra de Vida, que a continuación voy
a compartir contigo:
1ª
Enseñanza: ¡Vive el Ahora, el Presente es lo único que realmente
importa! Así es, solamente podemos gozar -o sufrir- el Presente,
porque el Pasado ya fue, y el Futuro aún no es.
Para
tomar conciencia de ello, te invito a realizar un ejercicio muy
sencillo, y a la vez muy clarificador:
Relájate,
concéntrate e imagina que tu vida va a acabar dentro de un tiempo
prefijado, por ejemplo 6 meses. Vive la situación, ¡siéntela
plenamente! Tienes solamente 6 meses de vida por delante, ni un
segundo más...
-
¿Seguirías viviendo como hasta ahora?
-
En estos momentos, ¿qué importancia tendría tu pasado?
-
¿Qué cambiarías de tu vida, sabiendo que esta termina dentro de 6
meses?
-
¿Realmente habría algún obstáculo, circunstancia o persona, que
te pudiera impedir vivir con plenitud, sin autoengaños ni renuncias,
este último y breve periodo de tu vida?
Ahí
quedan estas preguntas para que reflexiones. Recuerda que esta
hipotética situación, u otra análoga, puede presentarse en
cualquier momento, porque nadie sabemos realmente cuándo vamos a
morir...
En
relación a esta poderosa enseñanza quiero compartir contigo este
texto, tomado del libro “Viaje a Itxlan,” donde el Nagual
Don Juan Matus le muestra a su discípulo Carlos Castaneda, como
nuestros fracasos y los juicios que hacemos de ellos y de otras
experiencias dolorosas y limitantes, carecen de cualquier importancia
real ante la presencia de La Muerte:
"Cada que sientas que todos tus esfuerzos han sido inútiles y que estás a punto de ser derrotado para siempre, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si estás en lo cierto; ella te dirá que te equivocas, que nada importa en realidad más que su toque; su respuesta será: Todavía no te he tocado.”
En Coaching llamamos Reencuadre
a la acción de enfocar una situación desde una perspectiva mas
objetiva, instructiva y empoderante.
2ª Enseñanza: ¡Atrévete a
hacer realidad tus Sueños! ¡Vive la Vida que realmente deseas!
Es nuestro legítimo derecho, aunque nuestro condicionamiento nos
haya hecho creer que la Felicidad de una vida vivida en plenitud es
un privilegio para unos pocos afortunados.
Con demasiada frecuencia
desaprovechamos las oportunidades para VIVIR LA VIDA CON MAYÚSCULAS
por no sentirnos merecedores de ello, por miedo a qué dirán los
demás, por no querernos hacernos responsables de nuestra propia
felicidad, prefiriendo en cambio sobrevivir como víctimas de las
circunstancias adversas y así no abandonar nuestra zona de
comodidad. Etc, etc...
La psicóloga y tanotóloga
Elisabeth Kübler-Ross, quien como profesional acompañó a más de
20.000 pacientes en sus últimos momentos de vida, concluyó que en
esta última fase de su existencia, todas las personas,
independientemente de su nacionalidad, educación, condición social,
edad, creencias religiosas -o agnosticismo- su genero, y el motivo de
su situación terminal, coincidían en arrepentirse por:
- “No haber tenido el valor de vivir una vida fiel a mí mismo, y no una vida para complacer a los demás.”
- “Habría querido no trabajar tanto y tan duro, y compartir más tiempo con mi familia y el resto de mis seres queridos.”
- “¡Ojalá hubiera tenido el valor de expresar mis sentimientos a los demás, sin guardarme nada para mi!”
- “Me gustaría haber cuidado mejor mis amistades, manteniendo el contacto con mis amigos.”
- “Realmente yo quería ser feliz, pero renuncié a ello sin darme cuenta...”
Elisabeth
Kübler-Ross
Algunas personas también confesaron
que estaban profundamente dolidas por “las cosas que no me
atreví a hacer, por miedo, por pereza o por las opiniones de otros,
y ahora se que he perdido cualquier oportunidad para hacerlas. Me
arrepiento de eso, pero no de las cosas que hice y no salieron como
yo quería...”
Y por último, aquí tienes la 3ª
Enseñanza: ¡No te tomes la vida demasiado en serio, ni a ti mismo
tampoco! Porque de todas maneras no saldrás vivo de esta...
Un poco de buen humor siempre es
saludable, porque alivia la tensión y ayuda relativizar las
situaciones más pesadas y desagradables de la vida, ¿no te parece?
Al fin y al cabo, ¡la Vida es un
juego!
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