Como
él, nos convertimos en héroes trascendiendo nuestra oscuridad
Batman es, a diferencia
del resto de los Superhéroes, un ser humano, de carne y hueso como
cualquiera de nosotros, dotado, eso sí, de una inmensa fortuna
dedicada a la lucha contra el mal, y cuyo único superpoder, además
de una voluntad, determinación y valentía extraordinarias, es el
proporcionado por su Animal de Poder, el Murciélago.
Testigo presencial del
asesinato de sus padres siendo un niño de apenas 8 años; en ese
momento trascendental de su corta vida, tras vivir una experiencia
que podría haberle destruido como ser humano, Bruce Wayne decide
hacer de Gotham City una ciudad segura para sus habitantes,
combatiendo el crimen y el delito en cualquiera de sus formas, allí
donde surjan, sin piedad ni contemplaciones.
A partir de entonces
comienza un duro entrenamiento físico y psicológico, con el
propósito de convertirse en un verdadero adversario para cualquiera
de los numerosos criminales que han hecho de la ciudad su territorio
de caza; en ese momento se produce una hierofanía -lo divino,
lo trascendente- hace acto de presencia, y un murciélago entra en
su habitación por la ventana, revelándole quién será su
gran aliado en esta heroica empresa.
De ahora en adelante, e
investido del aspecto, cualidades y poderes del murciélago, Batman
será el Vengador de la Noche, la criatura nocturna y oscura
que acechará implacablemente al mal allí donde ose aparecer...
Para aprovechar todas
sus oportunidades y triunfar en esta ardua lucha utilizará su
riqueza, invirtiéndola en el diseño y fabricación de
gadgets y otras herramientas con la tecnología más avanzada, las
cuales suplirán la falta de superpoderes innatos o adquiridos,
como por ejemplo la capacidad de volar de Superman o la fuerza
sobrehumana del gigantesco Hulk.
Como superheroe
sombrío, Batman encarna a la perfección un elemento que aterroriza
a casi todos sus adversarios: La Noche y el Poder que late en la
Oscuridad.
Como una versión
actualizada de las antiguas Erinias de la Mitología Griega, que
perseguían sin dar cuartel a aquellos que habían cometido crímenes,
sin que ni siquiera el ruego de los dioses del Olimpo pudiera
apaciguar su furia vengativa, así la presencia de Batman como
defensor de la justicia y los derechos de los débiles frente a los
desmanes de los malvados, actúa como la peor pesadilla para los
señores del crimen y sus sicarios, quienes saben que la noche
pertenece al Hombre Murciélago.
Para tomar posesión de
este poder y poder manejarlo sin peligro para él mismo, Batman ha
debido de asomarse al abismo de su propio miedo, sus dudas, sus
culpas, al pozo sin fondo aparente de su profunda complejidad
psicológica como ser humano y descender hasta alcanzar el
corazón de su dolor.
Allí se ha enfrentado
a todo aquello que hasta entonces ha negado y repudiado de sí
mismo... Sus aspectos más terribles, vergonzosos y dolorosos,
asumiendo para el resto de sus días que todo ello forma una parte
inseparable de él mismo, y aprendiendo a extraer el enorme poder que
en su Sombra para utilizarlo en nombre de una causa justa: Que el
Bien impere sobre el Mal.
Esta Sombra interior
tiene un fiel reflejo en el exterior en el personaje de Joker,
el señor del crimen de Gotham City, el más cercano, inteligente y
encarnizado de los adversarios de Batman.
Joker representa la
antítesis de todas las cualidades de Batman, su contraparte perfecta
y el más implacable de los maestros a lo largo de una larga serie de
batallas sin descanso ni cuartel contra el mal:
"¿Por qué no me matas? -pregunta Batman a Joker, mientras está prisionero de él. ¿Por qué habría de hacerlo? Tú me complementas -le responde Joker.”
El propio carácter de
Joker, burlón y descarado, contrasta con el de Batman, serio y
reservado, mostrándole todo aquello que él no es.
El Hombre Murciélago
vio la luz como personaje de cómic en mayo de 1939, como uno de los
protagonistas de una historieta gráfica titulada “El caso del
sindicato químico”, publicado en el nº 27 de la revista
“Detective Comics” ; al año siguiente, en 1940, la gran
aceptación entre el público le dio a Batman el derecho a asomarse
al mundo desde su propia revista de cómic.
Los autores que le
dieron vida fueron Bill Finger y Bob Kane, quienes trabajaban para la
editorial DC Comics.
Desde entonces, en los
albores de la II Guerra Mundial, hasta el día de hoy, el personaje
ha evolucionado, tanto en su carácter y forma de actuar, como en su
vestimenta, desde The Bat-Man de sus orígenes hasta el actual
Caballero Oscuro.
Y han sido varios los
personajes secundarios que le han acompañado en sus aventuras, como
el fiel Robin y Catwoman.
He aquí un breve pero
profundo estudio del más humano de los superhéroes, Batman, el
Hombre Murciélago, quien aun llevando sobre si la pesada carga de su
profunda herida y sus contradicciones humanas, ha sabido llevar
-aunque sea en el universo paralelo de un mundo de ficción- un
certero y poderoso rayo de luz en medio de la noche oscura de la
humanidad.
Sirvan estas palabras
del filósofo Friedrich Nietzsche como homenaje a Batman y al
ejemplo que representa para todos nosotros, como héroes o candidatos
a serlo, de nuestra propia vida, trascendiendo todas nuestras dudas,
sombras, y contradicciones humanas:
"No luches contra las monstruos, conviértete en un monstruo. Si miras al abismo éste te devuelve la mirada.”
Si no has podido leer
la 1ª parte de este trabajo o deseas volver a hacerlo, aquí tienes
el link: http://encaminodelheroe.blogspot.mx/2016/09/todos-somos-batman-1-parte.html
Manuel
Marques Robles
Mentor y Coach en el
Camino del Héroe
No hay comentarios:
Publicar un comentario