Muriendo
a lo viejo para renacer a lo auténtico
¡Todos
los Héroes mueren! Cuando un Héroe comienza su Camino, se dirige
inevitablemente hacia su propia muerte... La muerte de su
personalidad, de su antigua, obsoleta, y en mayor o menor medida
falsa forma de ser y de hacer.
Es
un paso necesario para dar a nuestra auténtica personalidad, aquella
que refleja fielmente, sin distorsionar ni ocultar, y en toda su
magnificiencia, a nuestro Ser Esencial, al Espíritu que somos, la
oportunidad de surgir desde las sombras y manifestarse tal y como es.
Pero
para hacer realidad este deseo, nuestra vieja personalidad ha de
morir, así como muere el gusano en la crisálida para dar
nacimiento a la mariposa.
El
investigador, profesor, y escritor estadounidense Joseph Campbell,
autor de “El Héroe de las Mil Caras”; considerado la
biblia del Arquetipo del Héroe, nos explica con estas palabras la
necesidad y propósito del inevitable desenlace en este punto de
nuestro viaje heroico:
“Hay que librarse de la vieja piel para que para que pueda salir la nueva. Si nos fijamos en lo viejo nos atascamos. Cuando nos aferramos a cualquier forma corremos riesgo de putrefacción.El infierno es la vida secándose. Al atesorar, al que en nosotros quiere quedarse, aferrarse, debemos matarlo.”
En
las antiguas Escuelas de Misterios, que fueron sede y espacio
para el desarrollo personal a lo largo de miles de años, cuando éste
estaba prohibido al pueblo, la Muerte
de la Personalidad del Candidato a Iniciado a los
Misterios, es decir, a aquel que iba a recibir el Conocimiento y
las herramientas para ponerlo en práctica, se escenificaba en un
ritual que se realizaba justo antes de ser investido con la
Sabiduría. Solamente así se aseguraban que el Poder que
conlleva el Conocimiento era depositado en las manos adecuadas, pues
la vieja personalidad era incapaz de utilizar adecuadamente este
Poder, y por este motivo debía desaparecer para dar entrada a
una nueva forma de ser, capacitada para desempeñar adecuadamente el
nuevo rol. Esta ceremonia era llamada la Muerte Iniciática,
y marcaba un antes y un después en la vida de la persona.
En
nuestra vida cotidiana, así como en nuestro propio Camino del Héroe,
esta Muerte Iniciática se da durante los cambios de ciclo,
cuando se hace necesario soltar el lastre de lo inútil, de lo
pasado, para poder abrirse a lo nuevo; sigue la siguiente dinámica:
RUPTURA + PÉRDIDA → APERTURA A
LO NUEVO = RENOVACIÓN
La
Muerte Iniciática comienza dentro de un proceso de Crisis,
que puede ser a nivel personal, de pareja, de salud, laboral, o de
vocación. Este proceso es activado por cualquier tipo de experiencia
que suponga una ruptura o un trauma importante para nosotros.
La
consecuencia inmediata es una pérdida: De trabajo o profesión,
económica, de salud, de pareja, amistad o familia, y también de
lugar de un lugar querido que ha sido nuestro hogar. Esta pérdida
puede ser única o múltiple, y este último caso la experiencia de
la Muerte Iniciática es mucho más intensa y... Poderosa, porque
cualquiera de ellas, y aún más cuando suceden en conjunto, puede
tener como resultado la pérdida de una forma de ser y de hacer
en nuestra vida.
La
Muerte Iniciática viene siempre acompañada del miedo a perder
una parte o la totalidad de nuestra querida personalidad, junto
con el temor a asumir una nueva forma de ser y de hacer, además de
los consecuentes sentimientos de ansiedad, tristeza, soledad,
confusión, estar fuera de lugar, desarraigo, depresión, y un largo
etcétera.
Sin
embargo, y a pesar de su dureza inherente, que en ocasiones hace que
esta experiencia parezca una cruel venganza del destino, este proceso
es sano y necesario para nuestra crecimiento como seres humanos, y
profundamente purificador de nuestra psique. Esta experiencia de
ruptura, pérdida y renovación, encontrando un nuevo sentido y
significado a nuestra vida, ha sido descrito metafóricamente
como la Noche Oscura del Alma, según las palabras que utilizó
el místico español San Juan de la Cruz.
¡Abracemos
pues a nuestra Muerte! Porque ella viene a liberarnos del peso del
peso de nuestro pasado, de nuestros errores, de nuestras mentiras, y
de todo lo que nos hace vivir dándole la espalda a nuestra
Autenticidad, nuestra Grandeza, y a cualquier posibilidad de Ser
Nosotros Mismos, nuestra Mejor Versión.
La
Muerte es la gran maestra para la Vida, tal y como expuse en este
artículo, publicado anteriormente, que ahora te invito a leer:
Manuel
Marques Robles
Mentor y Coach en el
Camino del Héroe
No hay comentarios:
Publicar un comentario